Todo lo demás cambia. Doy gracias por eso, doy gracias por como me va moldeando el gran alfarero. Hace do años pensaba en salir del abismo, confiando en Dios para iluminarme en el camino. Hace un año aprendi )y lo sigo haciendo) sobre como el evangelio es una cosa de cada día, como impregna mi vida y comencé a hacerme preguntas a analizar prioridades, sueños...
Este año me toca decidir hacia donde seguire macando el rumbo. Sueño familia, hijos, historias, cuentos, libros, paseos, misiones, viajes.....Pero estoy lista para que Dios me sorprenda.
Nota mental: Señor ayudame a obedecer tu palabra, para tomar decisiones que te glorifiquen día a día.
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